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chichen itza mexico

CHICHEN ITZA

MEXICO

Es la ciudad maya más famosa del mundo. Un lugar que marca y deja huella por sus formidables plataformas, murallas, altares e imponentes pirámides de piedra en las que se medía el tiempo y el devenir de los astros o se realizaban ofrendas a los dioses mayas y toltecas, civilizaciones que sintetizan el espíritu creador de los pueblos mesoamericanos.

La historia de Chichen Itzá se inicia en el año 550 dc, cuando los mayas procedentes de Guatemala se asentaron cerca de los cenotes (pozos de agua) que existen en la zona. Fue en este periodo primigenio en el que surgieron construcciones magníficas como el Convento de las Monjas, llamado así por su similitud con los claustros occidentales, como lo comprobaron los conquistadores españoles.

En aquellos tiempos los mayas eran conocidos como Itzaes o “hechiceros del agua”, de ahí nace el nombre de la ciudad, que en español significa “Boca del Pozo de los Itzaes” o también “Hogar de los Itzaes”. Siglos más tarde, cerca del año 800 dc, ellos fueron invadidos por los toltecas de Tula, un pueblo guerrero y aguerrido, quienes lejos de destruir lo conquistado, la engrandecieron con soberbias estructuras.

Por esta razón se convirtió en la ciudad sagrada más importante de Yucatán, alcanzando su apogeo entre los siglos X y XIII dc; un tiempo de esplendor y fusiones entre la religión de ambas culturas, pudiéndose observar tanto la representación de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada de los toltecas y aztecas, y la imagen de Chaac, el dios maya de la lluvia.

Y es esta última representación una de las más importantes, porque Chichen Itzá se encuentra en una área carente de ríos y la urbe solo calmaba su sed con el agua proveniente de la lluvia, la cual se concentraba en los cenotes o pozos sagrados, que permitían vivir y desarrollarse, al igual que la admirable tecnología de ambas civilizaciones.

Hoy Chichen Itzá, a 120 km de Mérida, es una de las ciudades prehispánicas mejor restauradas de México. En sus casi 10 km cuadrados (según los especialistas habría alcanzado los 100 en su periodo de esplendor) destacan magníficos edificios, cuyo valor histórico y cultural fuera reconocido por la UNESCO en 1988, al declararlo Patrimonio de la Humanidad.

Dentro de ella, los investigadores han llegado a identificar dos etapas o estilos arquitectónicos: el periodo clásico maya (siglos VII y X) cuyas principales construcciones están en el lado sur, en la zona conocida como Chichen Viejo; y el periodo Maya-Tolteca (fines del siglo X y principios del XIII, tiempo conocido como el cenote sagrado), cuando se hicieron las construcciones más importantes.

Entre las construcciones que han vencido el paso del tiempo destacan la inigualable pirámide de Kukulkán, un gigantesco calendario en el centro de la plaza; recinto casi tan notable como el Caracol, utilizado para estudios astronómicos y que por sus características únicas es considerada la obra cumbre de la arquitectura maya.

Otro recinto que destaca por la belleza de sus formas es el Templo de los Guerreros. En su interior conserva numerosas esculturas a manera de columnas, siendo la más atractiva el Chac Mool, el mensajero de los dioses, representado por un hombre sentado con las piernas doblada y la cabeza ladeada.

Un espacio singular es el patio del Juego de la Pelota, el más grande de México. En esta cancha se practicaba un ritual religioso que consistía en introducir una pesada pelota de caucho en un aro de piedra colocado en lo alto de una pared. El balón no podía caer al suelo, porque representaba al sol y los cuerpos celestes.

Los participantes en el juego no podían tocar el balón con las manos, lo que complicaba su accionar. Se cree que durante la presencia tolteca en Chichen Itzá los jugadores del equipo perdedor eran sacrificados, macabra costumbre que hasta hoy genera muchas interrogantes.

Otro lugar clave en la religiosidad maya es el Cenote Sagrado, considerado como la morada del dios de la lluvia, razón que convirtió a la ciudad en un centro de peregrinación, incluso después de que la zona fuera abandonada por sus pobladores.

El cenote tiene 20 metros de profundidad y su diámetro es de 60 metros. En él se realizaban sacrificios y ofrendas, habiéndose hallado en sus honduras innumerables objetos de oro, piedra jade, vasijas y esculturas, además de osamentas humanas, incluyendo huesos de niños.

Chichén Itzá parece hablar a través de sus monumentales construcciones de piedra, un legado invalorable que refleja el estilo de vida maya, su gran religiosidad, su brillante arquitectura y sus sorprendentes conocimientos para medir el tiempo y diseñar su propio calendario. Maravillas prehispánica que atrae a viajeros de todo el mundo, quienes admiran el misterioso y espectacular legado maya.

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